De Italia a Londres.. un nuevo hogar espera {Andrew y Clau}

En unas horas llegarían Mabe y nuestro nuevo inquilino el pequeño y encantador Andrew según Mabe, yo no tenía idea de quien era el niño pero bueno, dentro de unas horas lo descubriría.

Bajé con pesadumbre las escaleras hacía el salón aun en pijama y el cabello hecho nido teniendo en cuenta de que ya eran más de las tres de la tarde pero no me importó ya que mayormente yo siempre estaba encerrada aquí sola. Fui a la cocina, abrí la nevera la cual siempre tenía comida gracias a Mabe y su terquedad por hacerme comer como dios manda, suspiré pasando la mirada por la comida refrigerada y me limité a tomar la leche, serví un cuenco de cereales mientras le pegaba pequeños mordiscos a una manzana roja.
En la encimera era el lugar donde siempre desayunaba - comia, lo era ya que desde ahí se podía apreciar la calle frente a la mansión, me gustaba inventarle historias retorcidas a los peatones mientras comía, reí para mis adentros cuando la tonta idea de un asesino serial recalló sobre los hombros de un curioso señor regordeto y con bigote espeso que tropezó en la acera.

- No más novelas policiacas para ti Sevilla, te estan afectando la poca cordura que te queda - me dije mientras lavaba el cuenco y lo acomodaba junto con los otros trastos.

Subí casi arrastras las escalerascon rumbo a mi cuarto debía bañarme y alistarme a tiempo o sino Mabe me mataría cuando llegara. Para suerte de todos habíamos hecho la limpieza general de toda la casa hace dos días así que se podría decir que estabamos bastante precentables y decentes. Vi de nuevo de reojo lo que usaría.. Vestido hasta la mitad del muslo con olanes estampado que caigan desde la arriba de la cintura con pechera gris lisa a color gris y unos zapatos de piso color azul marino que contrastaban con el estampado, maldecí para mis adentros antes de irme al baño y ducharme.

La verdad no tardé mucho en estar lista, un poco de maquillaje, perfume y una improvisada trenza por un lado bastaron para que el reflejo en el espejo me convenciera.

- Lo ves nada te cuesta arreglarte y salir de los vaqueros de vez en cuando, si lo hicieras a menudo alguien se fijaría en ti- me dije aun parada frente al espejo, le mostré el dedo de en medio a mi reflejo y salí de mi cuarto, no tenía tiempo ni ganas para pelearme conmigo misma. Bajé de dos en dos las escaleras tarareando "Psycosocial" de Slipknot por lo bajo fui al garage donde habíamos guardado la decoración para la llegada de Andrew, globos, serpentina, confetto y un gran letrero que decía "Bienvenido" lleno de colores y brillos que Mabe y yo habías echo para la ocasión.

Me las arreglé para llevar todo eso a la sala y comenzar a decorar al cabo de un rato ya todo estaba en su lugar, había ordenado la comida a un restaurante sumandole un pastel helado, ahora solo faltaba atar la pancarta y todo estaría listo.

Fui por la escalera pequeña que teníamos y con cuidado (ya que siempre tengo la suerte de caerme, rasparme, etc) la anudé para que quedara bien centrada. Sonreí de lado ver que si había quedado bien.

-Espero que por lo menos le guste- dije con una media sonrisa recogiendo todo lo que ya había usado y me fui a sentar al sofá mientras esperaba al repartidor.

Le tendí la mano a la señorita Claudia, porque mi papa siempre decía que la educación estaba primero.

- Es un placer conocerla señorita Claudia - la casa se veia grande , como un súper lugar para tocar música. Después de que pasamos me devolví a darle un abraza a las dos , porque eran muy amables de cuidarme ahora que estaba solito.

- Muchas Gracias - les dije abrazándolas.