¿Una cita?... {Connor Peace}

Realmente había aceptado la invitación a salir de un desconocido? ¿Qué rayos pasaba por mi cabeza?
Al parecer aún quedaba en mi algun resquicio de adicción a la adrenalina después de tantos años.

Rememoré el momento en que lo conocí. Era alto, muy alto, parecía solo una niña a su lado. Tenía los ojos oscuros del mismo tono que los míos, cabello oscuro, y una sonrisa muy cálida. Realmente no me atrajo al primer momento en que lo vi, aparte de mi terrible sorpresa al cruzar la calle hacia una librería a la que solía ir y encontrarme con un vampiro por supuesto.

~ Ese día llovía, no había ningún alma por la calle a pesar de ser hora pico, el momento perfecto para salir sin llamar la atención. Mi primera parada sería ir a la librería a comprar cuanto libro me pareciera interesante, y la segunda parada... bueno, no tenía segunda parada a decir verdad.
No me molesté en llevar un paraguas, las gotas de agua se deslizaban tranquilamente por toda mi estructura, no importaba, no habían humanos alrededor para preocuparme por parecer normal.
Crucé la calle que me separaba de la libreria en un ligero trote, metiendo las manos en los bolsillos. Oía el chapoteo del agua bajo mis botas por lo que centré mi mirada en mis pies, viendo como las moléculas de agua saltaban y saltaban y se disolvían en más moléculas de agua. Realmente mágico.
No lo percibí hasta que se encontró a pocos pasos de mi. Llevaba un gran paraguas de estampado a flores, caminando con parsimonia y silbando entre dientes. Lo miré sorprendida, era un vampiro, él me contemplo de la misma forma antes de extender una sonrisa por sus labios.

- Peace & Love pipol -dijo con una enorme sonrisa. Enarqué una ceja, ¿me estaba tomando el pelo? Guardé silencio, observándolo con atención. A pesar de parecer completamente inofensivo y con un rostro casi infantil ya había conocido muchos vampiros con esas características en mi vida humana. Mejor prevenir que curar.

- Oye tranquila, me llamo Connor Peace -continuó, ya notando mi recelo y acercándose con cuidado para tenderme la mano. La acepté dudosa, intentando no olvidar los modales.

- Bella Swan, un gusto -intenté una media sonrisa, no sentía peligro por lo que intenté relajarme.- Disculpa, no estoy acostumbrada a encontrarme vampiros por donde camino. Lindo paraguas -señalé, ya sonriendo ampliamente como él, su calidez parecía chocar contra mi, era algo dificil de resistirse.

- Este... gracias. Era el único que quedaba -dijo algo avergonzado, echandose el cabello mojado hacia atras. Lo miré algo embobada, aún no podía acostumbrarme a lo bellos que podian ser los vampiros. Acomodó el paraguas de forma en que no continuara mojandome, algo muy caballeroso en verdad, desde hacia cuanto no conocia a alguien tan caballer...

- Yo, bueno, disculpame pero tengo que irme. Tengo... un dia ajetreado -mentira.- Podemos hablar luego si quieres, tengo cuenta en Facebook -dije algo dudosa, su cercania realmente me ponia algo... incómoda. Él me sonrió, como si pudiera leer todo lo que ocurria en mi mente

- Si no tienes nada que hacer por la tarde te invitaré un caf...

- Claro, ¿a qué hora? -respondí incluso antes de que terminara de preguntarmelo, ¿qué rayos pasaba por mis neuronas?

- Te veré a las 7 p.m aqui ~

Genial, simplemente genial.. Aparte de actuar como una adolescente frente a un vampiro desconocido, la verguenza me era aún mayor al ver que el reloj marcaba las 7:45 p.m y Connor aún no aparecía.

- Yo me largo.. -susurré para mi misma. Me levanté con pereza del suelo frente a la librería y me quité el polvo de los pantalones. El olor del café al cruzar la calle me recordó una vez más mi triste derrota, pero bueno, al menos me quedaría como una anécdota para contar a mis futuras generaciones...

Nunca me hubiera esperado tal situación. Si cinco minutos antes me hubiera puesto a pensar como serian los proximos cinco minutos de mi vida jamás hubiese adivinado una situación como esta.

Percibi a Connor en el momento en que me puse de pie, no sabia como una chica... normal deberia actuar cuando un chico que acaba de conocer la deja plantada y esperando por media hora en una cita. Pero no me importaba, sonrei al verle correr como alma que lleva el diablo hacia mi, como si no fuera a detenerse por nada del mundo... excepto cuando un inoportuno niño andando en skate se cruza por el camino, por supuesto, como no pude pensarlo.
Lo vi caer y darse duramente por el pavimento creando pequeñas fisuras en él. Miré al niño, sus ojos me recordaron a los de los niños que me molestaban de pequeña por lo que fingi mi mejor rostro asesino para asustarlo, habia arruinado la entrada de mi cita.
Observé a Connor desde mi posición sin notar la enorme sonrisa que se extendio por mi rostro al verlo en esa posición tan graciosa y tendiendome una semirota flor.

- Es precioso -dije mirandole. - La.. la flor. Gracias, justo como la quería -agregué con una risita. Era increible como el aura de Connor parecia contrastar con la mia - Y te equivocas, es la mejor impresión que puedes darme. No me agradan los aburridos, para eso solo debo mirarme al espejo.

Rei por lo bajo. De verdad no queria que se moviera de esa posición, se veia... perfecto realmente, por lo que me senté frente a él en medio de la acera.

- Si no te importa.. me gustaria tener nuestra segunda oportunidad aqui mismo y mientras pueda hablar coherentemente contigo junto a mi, ya sabes...
Escabullí mi mirada hacia mis manos unidas, entrelazando mis dedos y echandome el cabello hacia atras casi con la regularidad de un reloj. Lo mire a los ojos para infundirme confianza, y la pregunta salio por si misma de mis labios.

- ¿Quien eres Connor Peace?

Vaya.. Esto si que era nuevo, muy nuevo, y bastante... perfecto. Como la sonrisa de Connor conseguia cortarme el aliento, como sus miradas conseguian retorcer mi estomago como una adolescente, como cada palabra que decia daba un vuelco a mi corazon...
Sabía exactamente que decir para mi, como si por hecho ya me conociera. No pude evitar mas que sonreir como una niña a la que acaban de hacerle el mejor regalo del mundo.
Tomé su mano sin dudarlo, y en ese momento algo.. realmente mágico ocurrió. Fue como si una corriente de electricidad hubiese penetrado por cada uno de mis nervios, por cada sitio de mi cuerpo, dejandome bastante atontada, y por demás encantada.
Lo miré con los ojos brillantes antes de soltar una risa, él parecía encontrarse en mi mismo estado, con esa sonrisa, esos ojos... Ya, de acuerdo Isabella, controlate, no estas actuando como tu misma.

- No está entre mis cualidades, creo que fue solo porque tu estás aqui -le aseguré, poniendome de pie y sin ninguna intención de soltar su mano, se sentia demasiado bien .- Tarde - noche de café, perfecto, aunque en estos momentos si me sugirieras cruzar el oceano a nado probablemente aceptaría -rei por lo bajo y oprimí los labios, como me temía ya habia comenzado a hablar tonterias.

Caminamos hacia el café, aun con las manos unidas, y entramos a aquel lugar que apestaba a una mezcla entre humo de cigarrillo, sangre humana y cafeina. No era en si un oasis pacifico para una primera cita, pero ¿que importaba cuando tenia a la mejor cita del mundo acariciando mi mano?

- Sabes.. Tu apellido, Peace, es casi parecido a Peach, que significa Durazno en inglés -comenté distraida mientras tomabamos asiento en una de las mesas mas apartadas para más privacidad .- Connor Duraznito Peace...

Ahora si, me habia sacado el titulo de torpe.